“Manos a la obra” es un encuentro nostálgico. Las ruedas de la maquinaría giran, se oye el golpeteo de las cadenas. Energía se convierte en duro trabajo. De forma heroica se enfrentan a los riesgos del momento, balanceando sobre el límite de lo posible. Juntos se encargan de cooperar en de la producción e inspección, demostrando un dinamismo enorme y cuidando hasta el último detalle. Combatiendo todos los elementos con el máximo enfoque luchan para alcanzar la perfección exigida.
“Manos a la obra” es una actuación de improvisación sin hablar con muchas imágenes, movimientos y efectos. En un decorado de aparejos, tornos, cables y poleas, se encuentran dos trabajadores que simbolizan el trabajo duro, la fuerza y la energía, la satisfacción de la colaboración. La sencillez de la construcción, el color y el aspecto natural hace que se asocie con el pasado.